lunes, 14 de diciembre de 2009

Entre nieblas

Salimos el sábado de casa con un bonito día (frío pero con sol) dirección a Alquézar, con la ilusión de pasar un jornada de escalada al solete. Sin embargo conforme llegamos a Huesa nos vamos adentrado en una espesa niebla, pero que sin embargo no mina nuestras ganas, pues estamos convencidos de que en Alquézar ya no habrá niebla y hará buen tiempo. Pero vamos llegando y la niebla no termina de irse y llegamos a Alquézar y ahí sigue.
Bueno, tomémonos un café que seguro que en cuanto caliente un poco más el sol la niebla levanta. Pero no amigos, la niebla sigue ahí, y David más motivao que nadie nos saca del calientito bar a regañadientes para ir a escalar a las frías paredes.
Vamos a Peña Castibián, que parece que ahí la niebla está más alta y David en un pis pas ya se está subiendo por la pared, mientras el resto refunfuñamos de frío. Sin embargo acabamos todos escalando la vía, pero jodó que frío y que fría está la roca! la siguiente vía yo ya la subo en tope, pues con tanto frío en los dedos no me apetece nada apretar. Esko prueba una más dura, pero al final acaba desistiendo y ya, todos desganados y chelados, optamos por irnos a tomar un bocadillo a aquel bar tan calentito....


El domingo nos juntamos Fer, Lombas, Pala, Dani, David y yo para hacer una gran clásica de montaña: el corredor norte del Aspe. Y yo andaba un poco acongojada porque anunciaban la entrada de una ola de frío siberiano, brrrrrrrr.
El caso es que nos pegamos madrugón y llegando a Candanchú... ¡otra vez niebla, no puede ser!
Encima nevusqueaba un poco, pero porque estaban funcionando los cañones de nieve artificial de las pistas.

A mí se me ve muy contenta, pero en realidad no me reía ni miaja, era el frío que me tensaba el cutis!

El caso es que hacía un frío considerable (-7ºC) y había una niebla espesa que no auguraba nada bueno, pero como iba con una serie de motivones decidimos subir hasta Tortiellas para ver como estaba la cosa, que total siguiendo las pistas no nos perderíamos. Desde allí si seguía la niebla nos daríamos la vuelta y sino p'arriba! Y hacía frío pero andando enseguida entrabas en calor.
Y cuál fue nuestra sorpresa que al llegar al collado se acabó la niebla y aparecieron las montañas ¡chicos los huevos con jamón con los que soñabais desayunar tendrán que esperar unas horitas más!

Bueno pues en este punto el día ya sí que pintaba bien, día radiante, fresquito pero soleado, y sin viento, sólo quedaba comprobar el estado de la nieve, así que ¡vamos allá!

Nos preparamos y nos metemos en la travesía, de momento la nieve está perfecta, así que enseguida nos ponemos en la vertical y empezamos a subir corredor arriba.

Vamos subiendo poco a poco pero bastante ligeros pues las condiciones son buenísimas y se anda muy bien, además yo tengo de la suerte de andar un poco más despacio que la mayoría así que me hacen una huella de maravilla, así claro que os acompaño al monte chavales!!!!

El día está precioso, muy limpio y con un bonito mar de nubes en los valles.

Bueno, pues llegamos al collado y aquí ya está la nieve un poco peor, algo más costra y con más roca, pero son dos pasitos que haciéndolos con cuidado se pasan bien. Ya sólo un poquito más y ¡¡¡cima!!!

Qué bien, qué bonito y qué gustazo. Gran clásica ¡Y qué guapos estamos todos!

Ya sólo queda bajar por la subida normal de la norte, y tenemos suerte, pues la primera parte es muy empinada y suele estar bastante helada, pero en esta ocasión la nieve estaba muy buena y se bajaba muy bien.
Y ahora sí ¡a por esos huevos con chulla y longaniza (quien quiera)!

¡los profesionales, qué majos parecen eh!

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Deportiva en Àger

Por cosas del trabajo este puente sólo pudimos sacar 2 días, así que como si de un fin de semana se tratase, y debido a la irregular previsión del tiempo decidimos ir a hacer un poco de deportiva. Y ¿a dónde? pues por sitios no será... después de barajar varios lugares nos acordamos de una nueva zona que han abierto este año A. Cortés y Luichy, principalmente, en Àger (enhorabuena y gracias!!!).
Conforme nos acercábamos el lunes, el cielo se encapotaba por todos lados y a ratos llovía. Aún así decidimos acercarnos a conocer las paredes y, para nuestra sorpresa, cuando llegamos el tiempo mejoró y nos dejó escalar.
El sitio es superchulo y, de momento, se ha equipado una de las varias paredes que hay por la zona.

Las vías de la izquierda son una maravilla. Vías de 35 y 40 metros de placa de agujeritos superpinchudos y a las que hay que dedicarles su tiempo a escalarlas. Fantásticas, de verdad.

Bueno, pues después de escalar unas cuantas vías nos juntamos por la noche con Esko y Lombas, que se apuntaban a escalar el martes. La idea era ir a conocer otra escuela por la zona que no conocíamos, La Pauta, pero el martes por la mañana amaneció el día con un mar de nubes.

así que como en la Pauta iba a haber niebla decidimos ir de nuevo a Àger para que lo conociesen Esko y Lombas. Y allí fuimos de nuevo, y continuamos escalando vías interminables y disfrutando de su escalada, hasta que la hora se nos echó encima...