Pronosticaban buen fin de semana en cuanto a tiempo, despejado aunque mucho mucho frío, pero daban fuerte riesgo de aludes, por placas de viento, en todas las orientaciones (riesgo 4 de 5) ¿Y qué hacemos? nos preguntábamos...
David todavía se está recuperando del dedo, así que lo de escalar lo dejamos para la próxima. Esko nos comentó que iba a ir a Izas con unos colegas y que si nos queríamos apuntar pero, para ser sinceros, demasiado frío para mi body (soy así, sin remedio). Así que al final el sábado decidimos subir a hacer otro poco de fondo a Somport, a ver si acabábamos de reventarnos, pues el viernes también habíamos subido un rato.
Bonito día que hizo y depuré un poquito más mis mala técnica (yo creo que es el deporte más cansado de los que conozco!).
Y el domingo, pues me apunté con Pala y María a ir al Chogolisa (como le llama Pala)
que en realidad es el Cuyalaret, situado en el valle de Aneu (Portalet).
Esquiada corta, sencilla y lo más importante, por suaves lomas, que estos días no está para mucho más.
El día fue estupendo, con vistas para disfrutar
y la nieve, aunque algo cambiante, se dejaba esquiar.
Y curiosamente vimos gente subiendo por todos lados, pero en nuestro camino sólo nos cruzamos con 4 personas más, genial!
David todavía se está recuperando del dedo, así que lo de escalar lo dejamos para la próxima. Esko nos comentó que iba a ir a Izas con unos colegas y que si nos queríamos apuntar pero, para ser sinceros, demasiado frío para mi body (soy así, sin remedio). Así que al final el sábado decidimos subir a hacer otro poco de fondo a Somport, a ver si acabábamos de reventarnos, pues el viernes también habíamos subido un rato.
Bonito día que hizo y depuré un poquito más mis mala técnica (yo creo que es el deporte más cansado de los que conozco!).
Y el domingo, pues me apunté con Pala y María a ir al Chogolisa (como le llama Pala)
que en realidad es el Cuyalaret, situado en el valle de Aneu (Portalet).
Esquiada corta, sencilla y lo más importante, por suaves lomas, que estos días no está para mucho más.
El día fue estupendo, con vistas para disfrutar
y la nieve, aunque algo cambiante, se dejaba esquiar.
Y curiosamente vimos gente subiendo por todos lados, pero en nuestro camino sólo nos cruzamos con 4 personas más, genial!