Todo empezó porque yo quería ir a Ordesa ¡sí a Ordesa, parece mentira! pero me apetece hacer una vía que me han recomendado ¡y no es de las difíciles!(o eso parece, vete a saber!) pero no encuentro a nadie así que me quedo con ganas....pero Mikeltxo vienen a pasar unos días al Piri y hay que aprovecharlo así que se la propongo, pero tampoco cuela y por razones de logísitica acabamos en la Montañesa ¡también genial!
Sin embargo me propone un plan indecente y no me cree cuando le digo que se me queda muuuy grande (de momento, todo llegará, o no, pero es bonito soñar no?), menos mal que Unai le termina de convencer (gracias Unai!!) y entre pitos y flautas y que se tendrá que ir pronto decidimos ir a conocer el Pempenús e intentar hacer dos vías cortas si nos diese tiempo.
Así que nos pegamos un buen madrugón y de noche empezamos la aproximación. Pero no habíamos contado con que no teníamos ni idea de como llegar y claro, de noche no se ve la pared para orientarnos un poco. Resultado: una vuelta de la leche entre jabalinadas, trepadas, destrepadas, pedrera p'arriba, pedrera p'abajo y un largo etcétera. Pero llegar llegamos!!!! y vaya murazo ¡¡¡¡impresionante!!!!
Yo aquí con cara de circunstancia antes de empezar, es que a la sombra y tras la sudada hacía fresquete...
Pues eso empiezo el primer largo y alucino con la roca ¡que gozada! aunque en algún punto ya me gustaría poder proteger un poco más....
El caso es que voy subiendo, supero un techito y haciendo equilibrios llego a una zona con algún tramo rotillo. Consigo meter un friend en una fisura compacta y me decido a continuar cuando.....de repente me veo volando con chusco en la mano!!!!!!
Por suerte no le da a Mikeltxo y el friend me para ¡si ya decía yo que el alien rojo va de cojón!!!! me recompongo, meto otro friend por siaca, termino de limpiar la zona conflictiva y sigo subiendo, despacito, que aquí no regalan nada.
El siguiente largo ¡impresionante! 55 metrazos de largo, que empieza por una zona naranja superpinchuda y luego cambia a caliza gris adherente. Al principio tiene expansivos, pero luego desaparecen y tienes que proteger en zonas donde todavía no han acabado las dificultades. Un largo muy guapo y Mikeltxo se lo curra con esmero.
El tercer y último largo que haremos (el último nos han dicho por varios lados que desmerece y nosotros hacemos caso) sigue una placa gris de adherencias bastante técnica y exigente y con cierta alegría entre seguros (no se puede meter casi nada) en el que hay que esforzarse al máximo y hasta el final.
De aquí tres rápeles y ya decidimos bajarnos, que Mikeltxo se tiene que ir, y la bajada pinta graciosa.... (de hecho es un infierno!!!!)
En definitiva, una vía muy buena y una jornada de lo más variada y divertida. Sólo hemos escalado tres largos, y nos ha costado más llegar y si me apuras también bajar (además casi me quedo sin zapatillas), pero han sido intensos y ha merecido la pena.
La roca es buenísima (si no coges las rocas sueltas) y el sitio espectacular. Habrá que hacer otra visita, algún día.......