lunes, 24 de agosto de 2009

Espolón Este

De nuevo el Midi, ¿por qué no? me gustó su escalada y es lo que más cerca nos pilla así que es buena opción no?
David todavía no ha vuelto, Chambón no pudo venir y Esko, aunque lo intentamos vilmente tampoco nos acompañó, así que nos fuimos Abraham y yo mano a mano.
Queríamos hacer la Surplombs, pero al llegar a la pared vimos el panorama: un par de cordadas en la surplombs, otras 2 en la jolly, otras 2 en la sureste y otra que probablamente se dirigía a la mailly. ¡vaya, qué hacemos! de entre las reseñas que habíamos subido, por si acaso, sólo había dos sin gente, la fourquier y el espolón este. La fourquier era un poco larga para la hora que era, así que decidimos meternos en el Espolón Este.

Para llegar al inicio de la vía hay que subir un buen rato por un vira un tanto descompuesta, pero por fin nos situamos debajo.

Empezó Abraham con el primer largo y seguí yo con el siguiente.

Llegamos al tercero y ya me lo veía venir (por lo que pone en la reseña), una fantástica travesía, de esas que tanto me gustan y encima con un buen tramo sin posibilidad de asegurar!

Me cagé en todo y Abraham aguantó mis caras de pánico, pero al final más por verguenza que otra cosa, bueno y porque no quedaba otra que hacerlo, pasé sin más complicaciones.
Menos mal que los dos siguientes largos eran facilones y pude volver a templar los nervios.

Y así llegamos hasta el último largo de la vía, el más difícil y ¡qué casualidad, si le toca a Abraham! Venga titán, toda una fisura para tííííí.

Y ahí que subió, no sin apretar lo suyo, porqué jodó con el largo, la verdad es que me pareció bastante duro, aunque más bien debió ser que no me supe colocar bien.

Y ya estamos arriba, foto de rigor y pa'abajo!!!!!!

Se rapela por la misma vía, aunque enderezándola un poco, pues hay varias reuniones en la vertical. Así rápel tras rápel llegamos abajo ¡y sin que se nos enganchanse la cuerda!
Y así pasamos un caluroso día de escalada, pero en un magnífico lugar, aunque todo hay que decirlo, me gustó más la vía de la cara este del dedo, pues tenía unos largos de fisura muy buenos y las posibilidades de protección eran mayores.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Marité

El otro día revisando croquis con Abraham se paró ante uno y dijo "ya está, ya tenemos plan para el domingo". Se trataba de la vía Marité, una corta, fácil y, encima, equipada vía situada en el valle de Arremoulit. Ésta era una vía que tenía fichada hacía tiempo, pues me parecía una buena excusa para pasar un buen día y conocer este valle francés, situado a las faldas del Palas y el Arriel. Así que cuando Abraham la propuso, yo encantada. Era un plan perfecto para pasar un domingo en el que íbamos a estar cansados de las escaladas de los días anteriores: una supuesta pateada de tres horas (para estirar las piernas), conocer una valle nuevo (¡cómo me gusta!) y una corta y, sobretodo, fácil escalada. Genial! Además la idea era ir con Iris y que por fín disfrutase de una vía, tras unos últimos intentos un poco frustados.
Y así fué. Fue un agradable domingo de descanso activo, aunque al final en lugar de Iris nos acompañó Dani.

Empezamos el pateo con el Midi a nuestras espaldas, y ya casi desde el principio sudé la gota gorda. No veas como me llevaron estos dos animales, sobretodo Abraham, que debe tener un par de motorcillos escondidos en alguna parte de sus piernas. ¡Iris, por favor, no dejes a Abraham que coma más postres de esos buenos que hace que le dan demasiada energía! Encima tiene la fijación de adelantar a todo personaje que tenga por delante y claro, íbamos pasando a gente, pero siempre había alguien más por delante (ya sabeis que los franceses madrugan mucho y están por todas partes).

El caso es que, con alguna paradita para esperarme, conseguí seguirles y en 2 horas nos plantamos en el refugio ¡¡y yo que creía que nos costaría 3 o 3 h 1/2!!!! Allí nos informaron de las vías que hay en la zona y nos dieron un tríptico con las reseñas. Hay un montón de vías, casi todas equipadas, de uno o varios largos, y la mayoría de grado bajo-medio. Tras situar la vía y contemplar el fabuloso paisaje nos acercamos hasta ella.

Nos preparamos, empezamos a subir y la disfrutamos como enanos.

Las vistas son una gozada y dejan a Abraham en un estado de éxtasis contemplativo ¿?.

Y para cuando nos quisimos dar cuenta ya se había acabado la vía!!! ¡pero...ya? yo quiero más!!!! era tan disfrutona y gozosa y el sitio era tan guapo, que hubiésemos hecho mil metros más.

El Palas a la izquierda y el Balaitüs y frondiellas al fondo a la derecha

Pero tocaba bajar, cuando volvimos al pie de vía ya veíamos llover en el valle de enfrente y el cielo empezaba a tronar sin compasión, así que recogimos y tan rápido como pudimos empezamos a enfilar para abajo. Pero no tuvimos tanta suerte y enseguida empezó a llover, tanto que nos calamos hasta los huesos, pero ya daba igual, bajábamos por buen camino.



lunes, 17 de agosto de 2009

Cara E al Dedo de Pombie

Quedamos Abraham, Esko y yo para ir a escalar al Midi. Iba a ser mi primera escalada en esta mole de granito (¡que no Dabucho, que es andesita!!!¿no?) y estaba como un flan! El Midi por fín, qué bonito, qué ganas, pero cómo impone! Teníamos que elegir una vía no muy larga, pues íbamos tres y durante toda la semana se habían estado produciendo tormentas al medio día, así que este día también era probable que se formase una.
Entre varias posibilidades elegimos hacer la Cara E del Dedo.

Salimos del parking cuando comienza a salir el sol y nos pegamos una gran sudada en la subida.

Llegamos a pie de vía y vemos que ya hay una cordada escalando, así que nos preparamos tranquilamente para darles tiempo a que suban más. Y mientras Esko se zampa un buen bocadillo para coger fuerzas observamos como corretea un armiño entre las piedras.

Empieza Esko con el primer largo para ir alternando el resto, así nos tocará un largo de fisura a cada uno, a cual más bonito.

Llegamos a la segunda reunión tras un bonito largo y Abraham intenta tirarme los tejos poniéndome caras sugerentes, pero yo me resisto, tengo que concentrarme para el siguiente largo, que me toca a mí.

Las vistas empiezan a ser realmente bonitas, pudiéndose contemplar fantásticamente las ondulaciones que produce el glaciar de piedras (no se si realmente se llama así).

Tras superar una pequeña pradera volvemos a situarnos en la pared. Y tras dos largos más facilotes, claro que todo depende por donde vayas y lo difícil que lo quieras hacer ¿no es así Esko?, volvemos a coger unas bonitas fisuras.

Me vuelve a tocar a mí, uf! Abraham que no me da tregua me manda para arriba sin que me de tiempo a quejarme, así que de repente me veo bajo un bonita fisura que deberé subir en bavaresa. Venga va voy a intentarlo. Coloco un primer seguro y tras unos pocos intentos consigo coger la postura y subirme a la fisura. Ahora sólo consiste en seguir subiendo en esa posición, pero claro yo quiero ir protegiendo por si acaso, aunque la fisura no es muy larga. Así que voy gastando fuerzas pero voy protegiendo y por fín consigo llegar arriba. Cogo aire y yuhuuu lo he conseguido!!!

El día se va nublando y ya en el penúltimo largo empiezan a caer algunas gotas. Esko sube todo lo rápido que puede a la reunión, pero por suerte deja de llover antes de que se haya mojado la roca. Hacemos el último largo oyendo truenos de vez en cuando, pero ya estamos arriba, ya "sólo" queda bajar.

Destrepamos un poco para llegar al primer rápel. Una vez que llegamos aquí empieza a llover de verdad, incluso graniza un rato!
Bajamos hasta el segundo rápel, empezamos a recuperar las cuerdas, llega el nudo, seguimos tirando de la cuerda perooooo....no baja. Tiramos y tiramos y volvemos a tirar, pero no baja, está enganchada ¡mierdaaaaa! Deja de llover y Esko se ata la cuerda que habíamos recuperado y empieza a subir para recuperar la otra, por lo menos era un terreno por el que se podía subir, pero hay que ir con cuidado pues está todo mojado.

Llega a donde se había atascado la cuerda, la desatasca, sube de nuevo al rápel y vuelve a bajar. ¡Uff, menos mal! De aquí otros cinco rápeles más, ahora ya sin más problemas que los típicos enredos que se forman en las cuerdas.

Por fín llegamos al suelo ¡y el cielo se empieza a despejar!
Ahora sí puedo decir ¡qué bonita vía!¡qué bonito el Midi! aunque si lo ves desde abajo asusta. La roca estupenda, el paisaje maravilloso y la compañía genial, aunque por supuesto nos faltaba alguien esta vez: Dabucho, te echamos de menos en este día de escalada!!!!!!

Y al igual que cuando escalé en Ordesa me fui a casa con una gran sonrisa en la boca, pues escalar en estos dos sitios significaba mucho para mí.
Gracias a Esko y Abraham por escalar conmigo esta vía.

domingo, 16 de agosto de 2009

Diedro Sajuma

Hace unos tres años que había hecho esta vía con David (creo que el año que la abrieron) y tenía un recuerdo un poco difuso de ella, lo único que me acordaba es que estaba algo sucia, pero me imaginaba que con el paso de las cordadas se limpiaría. Como aquella vez no me bajé muy convencida, quería repetirla en algún momento para ver si me cambiaba la impresión.

El caso es que el otro día nos juntamos Abraham, Iris, Violeta, Chambón y yo para hacerla, sabíamos que íbamos a pasar calor, pero apostamos por escalarla.
En la aproximación empezamos a subir la cuesta antes de lo debido y una vez más jabalineamos un poco. Ésto ya nos puso a tono con la tónica del día, el calor.
Empezó Chambón con el primer largo, un poco sucio y rotillo.

Continué yo con el siguiente largo, donde la roca ya era mejor, pero la arenilla seguía acompañando.

Vuelve a salir Chambón, y Abraham que venía detrás, se junta conmigo en la reunión, entonces me dice que ellos se bajarán de ahí, pues está pasando mucho calor y le duelen bastante los pies, además la vía tampoco le está emocionando.

Chambón y yo decidimos seguir un poco más, pero al llegar a la cuarta reunión decidimos también bajarnos, a parte del calor la vía seguía estando guarrilla, y la verdad es que nos daba igual seguir que no, pues ya la habíamos hecho los dos.

Y qué bien le vino a Abraham pues tras tirar de la cuerda para recuperarla tras el primer rápel se les había quedado enredada en un arbusto.
Así pues nos bajamos los cinco, y yo desde luego me vuelvo con la misma impresión que tenía. A mi personalmente no me gustó, aunque sé que a otra gente no le parece mala, es cuestión de gustos!
De todas formas pasamos un buen día, Chambón y yo conseguimos hacer una cordada sin tirarnos los trastos a la cabeza!!! y por supuesto acabamos con unas cervezas bien fresquitas!!!