¡¡Parece que hemos vuelto a crudo invierno!! (¡ay cómo me gusta exagerar!) aunque algo de razón llevo. La semana pasada hizo un frío propio del invierno y entre la lluvia, el aire y la nieve que cayó por arriba pues ya me direis.
De todas formas alguna trepada ya pudimos hacer alguna tarde y el sábado aún parecía que aguantaría algo el tiempo, así que nos fuimos Dabucho, Lombas y yo a probar suerte a Rodellar ¡y hacía cuánto tiempo que no veníamos! hay que aprovechar ahora que todavía se puede estar agusto allí.
Conforme nos acercábamos las nubes parecían más grandes y grises y, después del cafetito de rigor, nos acercamos un poco desconfiados a las paredes a ver si nos daba tiempo a escalar algo. Por el camino nos encontramos a Iván, que llevaba esperando a unos colegas un par de horas, así que se nos unió e hicimos dos cordadas.
Fuimos a lo cercano y cómodo: el Camino, y empezando por la primera vía de la derecha de la pared fuimos haciendo las de al lado, y alguna más de las de allá. El tiempo aguantaba: nubes, claros con sol, alguna gota, otra vez sol, otra vez nubes, y así todo el rato, pero aguantó y la temperatura fue buena, así que allí mismo estuvimos (nos daba pereza movernos) hasta que nos cansamos y pusimos fin a la jornada.
Al final nos fuimos contentos, pasamos un buen día acostumbrándonos un poco más a los desplomes (¡hay que coger más conti!) y encima el tiempo nos acompañó.
El domingo ya no pudimos librar y nos tocó pasar un típico día de domingo de primavera, como parece que nos va a tocar el resto de la semana.....
De todas formas alguna trepada ya pudimos hacer alguna tarde y el sábado aún parecía que aguantaría algo el tiempo, así que nos fuimos Dabucho, Lombas y yo a probar suerte a Rodellar ¡y hacía cuánto tiempo que no veníamos! hay que aprovechar ahora que todavía se puede estar agusto allí.
Conforme nos acercábamos las nubes parecían más grandes y grises y, después del cafetito de rigor, nos acercamos un poco desconfiados a las paredes a ver si nos daba tiempo a escalar algo. Por el camino nos encontramos a Iván, que llevaba esperando a unos colegas un par de horas, así que se nos unió e hicimos dos cordadas.
Fuimos a lo cercano y cómodo: el Camino, y empezando por la primera vía de la derecha de la pared fuimos haciendo las de al lado, y alguna más de las de allá. El tiempo aguantaba: nubes, claros con sol, alguna gota, otra vez sol, otra vez nubes, y así todo el rato, pero aguantó y la temperatura fue buena, así que allí mismo estuvimos (nos daba pereza movernos) hasta que nos cansamos y pusimos fin a la jornada.
Como no hicimos fotos pongo ésta de otra ocasión en la que aparece Esko, aunque esta vez no pudo venir
Al final nos fuimos contentos, pasamos un buen día acostumbrándonos un poco más a los desplomes (¡hay que coger más conti!) y encima el tiempo nos acompañó.
El domingo ya no pudimos librar y nos tocó pasar un típico día de domingo de primavera, como parece que nos va a tocar el resto de la semana.....
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