Desequilibrio Hormonal

Pues lo dicho, nos habíamos quedado con ganas de más y, sobretodo, con ganas de hacer Desequilibrio Hormonal, que vista desde abajo tenía muy buena pinta aunque el primer y cuarto largo, dos fisuras-diedros de color naranja, asustaban (no se porqué pero a mi la roca naranja me da miedito!).

El caso es que al día siguiente decidimos pegarle un tiento, y ¡qué bien que esta vez no había nadie!

Como decía, el primer largo ya asusta y, como no, me toca empezar (¡dichosos palitos!), sin embargo una vez metida en faena se va dejando hacer y resulta ser un largo muy guapo.

El largo 2 tiene una salida de un corto techito que no veas si le apreté, me dolían las muñecas de tanto empotrar, más que nada porque me acojonaba el péndulo, que aunque no era mucho asustaba.

 El siguiente largo era muy disfrutón, ese en el que hace falta el camalot del 4 y hay que ir corriéndolo, sin embargo lo fui guardando por siaca y hasta el final no acabé poniéndolo, más que nada porque sí (sin embargo Esko lo usó un par de veces en el siguiente largo).

Y llegamos al largo 4 ¡qué pinta, da un miedo! Esko nervioso pero decidido se pone manos a la obra y china chana va subiendo, no sin pelearlo. Es un largo muy guapo y bastante contínuo y hay que escalarlo de principio a fin. A mí me pareció algo más duro que el primero. En la llegada a la reunión hay que tener cuidado porque hay unos bloques bastante sueltos.

Y de nuevo el siguiente largo muy guapo, bueno más bien la salida, una placa fisurada muy bonita, luego a mitad tiene un paso sobre un buril que le apreté más de lo deseado para terminar saliendo por un diedrito muy chulo.

Y llegamos al último largo, con una travesía bastante expuesta, pero con algún tramo después bastante chulo.

Y así llegamos arriba, esta vez sí, con la sensación de haber escalado una muy bonita vía, en la que nos gustaron todos y cada uno de los largos.