2ª parte: Blues

Bueno, pues como habíamos disfrutado de lo lindo en las vías anteriores y se nos había quedado clavada la espinita de la Blues (que además en la guía pone "festival de fisuras, de lo mejor en la zona") nosotros más chulos que nadie volvemos a subir el cuestón que nos deja en la base de la aguja.

Pero cometimos un pequeño error: era sábado, julio, y aunque nos levandamos a la misma hora que los días anteriores, cuando llegamos a la pared había 2 cordadas metidas en la Blues y otra empezando. Vaya! si todo el mundo nos decía que la que más hace la gente es la Pistacho y por eso la alternativa es la Blues. Y en la Pistacho no hay nadie! Aún así nosotros convencidos de meternos en la Blues.
Empezamos el primer largo porque venía gente detrás. Ya en la 2ª reunión tuvimos que esperar, porque la 3ª reunión estaba colapsada. Menos mal que estábamos en una buena repisa y estuvimos sentados un buen rato.

Mirábamos para arriba y las cordadas no avanzaban mucho. Empezaba a soplar el aire y con toda la gente que llevábamos por encima ibamos a tener que estar colgados en cada reunión un buen rato, así que lo mejor que podíamos hacer era cambiarnos de vía.
Justo de la reunión en la que estábamos salía también la Dentrometidos ¡qué casualidad! así que decidimos repetirla, ahora ya sabiendo que nos metíamos en esa vía. Mierda! me va a volver a tocar el techito imposible de 6b+, claro que prefiero ese largo al que le toca a David que tiene un paso de placa de 6b que no me sale ni de segunda, además el del techito se puede acerar y el de la placa no. Venga, pues vamos!!
Y así fue como repetimos la vía, aunque no del todo porque el final del penúltimo largo y el último lo hicimos por donde marca el croquis y no por donde fuimos la primera vez que, como no, también nos cambiamos de vía y acabamos haciendo el último largo de la Blues.
Ya sólo quedaba volver a bajar, la Blues se nos había resistido.
Yo la verdad es que ese día acabé bastante cansada, me dolían las piernas y los brazos.

Mientras nos tomábamos las cervezas merecidas barajamos planes para el día siguiente: deportiva, una de varios largos pero más corta y más cerca... queríamos volvernos pronto.
El caso es que dejé caer, y no muy convencida: ¿y si mañana madrugamos un poco más y subimos a hacer la Blues? si no tenemos a tanta gente por encima podemos estar pronto en el coche. Y David tampoco se lo pensó mucho.
Así que de nuevo nos vemos subiendo la cuesta ¿estámos locos? por lo menos nos consuela que nos sirve de entrenamiento para las palizas que nos dan los colegas cuando vamos al monte.
Llegamos a la pared y no hay nadie ¡yuhuu! Empieza David y empalma los 2 pimeros largos, total ya nos los sabíamos (la cuerda llega justica).

Nos vamos turnando los largos y poco a poco vamos escalándola. El largo 4 es el más difícil, le toca a David. Empieza por una bavaresa y luego por un techito invertido, prácticamente desequipada (2 spit en todo el largo), se lo curra un montón.
A mí me va saliendo más o menos hasta que llego a un pasito que ufff, por poco... al final lo consigo y salgo de la bavaresa (qué atlética!) .


El siguiente me toca a mí, muy guapo también, aunque me cuesta sudores y lágrimas llegar a la reunión porque está un poco desplomado (aunque mirando ahora el croquis creo que salí muy por la derecha) .

La salida del 6º largo tiene su gracia, el resto es más fácil


Y el último largo para disfrutarlo...y restregarse!! Por fín llegamos arriba.. ¡Y no hay nadie en toda la pared, alucinante!


Como no, nos ha parecido una vía guapísima, menos equipada y más dureta y técnica que la Pistacho, pero las 2 son muy recomendables.

Y ahora sí, ya sólo nos queda la última bajada de este viaje.

Qué 4 días más disfrutones hemos pasado (con miedos incluídos eh!) que me han servido para aprender a escalar un poco más en granito.

Por cierto que también hemos podido disfrutar del quebrantahuesos y el treparriscos....

Croquis de la Blues:

En otros croquis, el largo 4 y 5 lo marcan como 6b.