Burundanga

El sábado coincidíamos unos cuantos con el día libre así que aprovechamos para movernos un poco y el viernes pusimos rumbo a Àger, donde la mayoría no había escalado nada o casi nada. Tras una buena cena heladora con tortipatata y demás manjares nos acostamos con la esperanza de entrar un poco en calor y de que al día siguiente templase un poco. Y así fue. El sábado amaneció despejado y aunque hacía fresquito el sol prometía que algo nos calentaría.
Disfrutamos de un tranquilo desayuno mientras repartíamos croquis a diestro y siniestro para elegir vía. Al final salieron 3 cordadas: Mikel y Gloria haría la Redrum, la cordada húmeda-humeante (Abraham, Esko y Chambón) se decidieron por Fanal Nocturn y David y yo por Burundanga. Dicho y hecho, preparamos los trastos y nos pusimos en marcha.

Tras una breve pero intensa aproximación llegamos a pie de vía y enseguida empieza David.

La Fanal Nocturn y Burundanga van muy pegadas, así que iríamos a la par que la cordada humeda. Aquí Chambón intentando no perderse por la pared...

Y Abraham en un largo que pinta bonito ¿no?

Nosotros seguimos a lo nuestro, disfrutando de la vía, que tiene una roca buenísima, los largos 3 y 4 son buenísimos.

De momento el tiempo acompañaba, aunque de vez en cuando sopla el aire bien fresquito. Llegamos al largo 6 y...¡vaya entradita! la primera chapa está muy alta y no hay mucho donde agarrarse y por el color de la roca parece que se ha roto algún canto. Tras intentar salir en recto David decide salir por la Fanal Nocturn y luego hacer travesía hacia la izquierda para volver sobre la vía. Pero aquí no acaba la cosa, el resto del largo es superplaquero y los seguros están bastante alejados. David se lo pelea muchísimo y hace uso de los micros para proteger entre medias. A todo ésto el sol se ha tapado y el aire enfría enseguida el ambiente. Yo subo penando un poco este largo, es bonito pero me parece superduro, muy muy finito y encima sin sentir ya ni las manos ni los pies. Pero ya acabamos, un corto y fácil diedro nos dejan en la cima, donde al poco nos juntamos las tres cordadas ¿quién decía que se iba a echar una siesta para esperarnos???jejeje......
La vía nos pareció bastante chula y recomendable.

Tras la bajada y de camino al coche nos encontramos un zaborro en medio de la pista, y Esko decidió apartarla un poco ¡qué generoso!

Pero no puede. ¡No pasa nada, llegan refuerzos!

Pero tampoco pueden....

Y van llegando más refuerzo ¡coñe, hay que mover el pedrolo!

Pero nada, aunque nos organizamos, dirigiendo unos y empujando otros, la piedra no se movió ¡y mira que los chicos se empeñaron eh! Pero no pasa nada, os habeís ganado las cervezas!!!!